– Nuestros rasgos hereLa autoestima media es uno de los tres principales tipos de niveles de autoestima que existen, siendo los otros dos la alta y la baja. Las personas que presentan esta característica tienen muchos de los rasgos de la gente con autoestima alta, pero también se sienten inseguros en algunas ocasiones en función de su contexto y de lo que les ocurra.
Según algunos estudios, la mayoría de la población presenta una autoestima media. Sin embargo, a pesar de ser el tipo más común, no es el más saludable: se caracteriza por una gran inestabilidad y por presentar ciertos riesgos que acompañan a los beneficios presentes cuando la persona se siente confiada.
Uno de los mayores riesgos de la autoestima media es que tiende a convertirse en autoestima baja si no se realiza un esfuerzo consciente. Por ello, el principal objetivo de una persona con este tipo de percepción de sí misma debe ser aumentar su autoestima todo lo posible hasta llegar a los rangos más altos.
Características de la persona con autoestima media
La principal característica de una persona que presenta niveles medios de autoestima es su fluctuación entre los rasgos de las personas que la tienen alta y los que la tienen baja.
Por ello, en función del estado en el que se encuentren en un momento determinado, estas personas pueden cambiar drásticamente la forma en la que piensan, sienten y se comportan.
En los momentos en los que tienen un autoconcepto más elevado, las personas con autoestima media:
– Confían en sus propios criterios y tienen una serie de valores y principios que están dispuestos a defender. Aun así, son capaces de cambiarlos si la evidencia les dice que deben hacerlo.
– Son capaces de actuar de acuerdo a lo que creen que es la mejor elección, incluso cuando los demás les dicen que se están equivocando.
– Tienden a no preocuparse demasiado por lo que hicieron en el pasado o por lo que ocurrirá en el futuro, pero aprenden de ambas cosas para mejorar poco a poco.
– Confían en su capacidad para resolver problemas, incluso después de haberse equivocado unas cuantas veces. Aun así, también son capaces de pedir ayuda cuando lo necesitan.
– Se consideran igual de válidos que el resto, y piensan que son personas interesantes y que aportan algo a los demás.
– Evitan ser manipulados y tan solo colaboran con alguien si les parece apropiado o les aporta algo.
– Son capaces de disfrutar de una gran variedad de aspectos de la vida.
– Son empáticos con el resto, y tratan de ayudarles; por lo tanto, no les gusta hacer daño a los demás.
Sin embargo, al contrario que las personas con una autoestima verdaderamente alta, las que presentan una autoestima media tienen un estilo defensivo. Esto significa que, cuando algo o alguien amenaza su visión de sí mismos, se lo toman como un ataque personal y pueden reaccionar de forma hostil.
Por otro lado, en los momentos en los que se encuentran en el rango más bajo de su nivel de autoestima, este tipo de personas pueden presentar las siguientes características:
– Altos niveles de autocrítica y descontento consigo mismos.
– Reacciones exageradas a las críticas y constante sensación de estar siendo atacados.
– Dificultad para tomar decisiones y un gran miedo a cometer un error.
– Un gran deseo de complacer a los demás, incluso aunque les suponga un problema.
– Excesiva rumiación sobre los fallos cometidos en el pasado, de tal forma que se sienten cargados de culpa.
– Perfeccionismo, y frustración cuando no son capaces de alcanzar sus propios estándares.
– Visión de la vida pesimista y llena de negatividad.
– Envidia hacia las personas que aparentemente disfrutan de una mejor vida que ellos.
– La creencia de que las condiciones negativas actuales se van a mantener en el tiempo.
¿Cómo se forma la autoestima media?
La autoestima se desarrolla a lo largo de la vida de una persona, sobre quien influye una gran cantidad de factores. Antiguamente se creía que la percepción de uno mismo se formaba en la infancia y la adolescencia, pero en las últimas décadas se ha descubierto que un adulto puede influir en su propia autoestima y mejorarla.
En general, la autoestima está formada de una serie de creencias sobre uno mismo: cómo deberíamos ser, cómo pensamos que somos realmente y cómo nos ven los demás. En el caso de una persona con autoestima media, algunas de estas creencias serán positivas y otras negativas, activándose cada una de estas en determinados momentos.
Las seis principales áreas en las que basamos nuestra autoestima son las siguientes:
dados, como la inteligencia, el físico o nuestros talentos.
– Nuestra creencia sobre si merecemos ser amados o si les gustamos a los demás.
– Pensar que somos personas valiosas y dignas de respeto.
– La sensación de control sobre nuestra propia vida.
– Lo que se ha conseguido a lo largo de la vida: logros, posesiones materiales o habilidades.
– La congruencia con los propios valores morales.
Cuando una persona se siente segura en algunos de estos ámbitos pero no en otros, suele desarrollar una autoestima media. Esto puede ocurrir debido a malas experiencias pasadas, creencias negativas irracionales sobre uno mismo, o un excesivo foco en la validación externa en lugar de en la propia.
Consecuencias
Una persona con la autoestima media no tendrá tantos problemas a lo largo de su vida como otra que presente un autoconcepto bajo, pero aún así sufrirá algunas dificultades importantes.
El principal problema de tener una autoestima media es que, en función de las circunstancias, la persona puede dejar de confiar en sí misma y, por lo tanto, desarrollar sentimientos de tristeza, impotencia o apatía.
Esto hará que le sea mucho más difícil tomar decisiones y actuar para conseguir lo que quiere, lo que reforzará todavía más los aspectos negativos de su autoestima.
Por ello, en general la autoestima media tiende a degenerar en autoestima baja si no se actúa conscientemente para mejorarla. Una persona que presente este tipo de visión de sí misma deberá trabajar en sus creencias, actitudes y acciones para conseguir mantenerse en el rango de una autoestima sana y estable.