Nacido en Irlanda el 8 de noviembre de 1847, Bram Stoker se graduó en Matemáticas y Ciencias por el Trinity College de Oxford. Fue crítico teatral y representante del actor inglés Sir Henry Irving, con quien dirigió el Teatro Liceo de Londres.
En 1876 conoció a Irving y pronto se hicieron amigos. Poco después, Stoker conoció y se enamoró de la actriz Florence Balcombe.
Fanático del movimiento romántico en la literatura, Stoker mantuvo correspondencia con Walt Whitman y era amigo de Oscar Wilde. Una vida aburrida en el servicio civil proporcionó la inspiración necesaria para producir obras maestras como el clásico cuento de terror ‘Drácula’ (1897) y numerosas colecciones de cuentos de terror.
Bram Stoker continuó escribiendo hasta el día de su muerte a consecuencia de la sífilis, el 20 de abril de 1912.
Su esposa fue la administradora de su legado literario, y dio a conocer obras como la que sería la introducción de Drácula, el relato corto «El invitado de Drácula».
Algunas de sus obras fueron:
- La dama del sudario (1909)
- La guarida del Gusano Blanco (1911)
- La joya de las siete estrellas (1903)
- Under the sunset (1881)
DRÁCULA
Es generalmente considerada como la culminación de la historia de vampiros gótica (estilo de los siglos XII a XV), precedida a principios del siglo XIX por The Vampyre de William Polidori.
La narrativa, que comprende entradas de diario, cartas, recortes de periódicos, el registro de un barco y grabaciones fonográficas, permitió a Stoker contrastar las acciones de su personaje con su propio análisis de sus actos.
Es una historia ficticia basada, según algunas fuentes, en el personaje real del príncipe de Valaquia Vlad III, nacido como Vlad Drăculea, más conocido como «Vlad el Empalador» (en rumano: Vlad Țepeș).
Oscar Wilde dijo de ella que era la obra de terror mejor escrita de todos los tiempos, y también «la novela más hermosa jamás escrita».
¿Llegó a chupar sangre Vlad Tepes?
Aunque se dice que la vida de este gobernante de Valaquia inspiró el personaje Drácula de Bram Stoker, no hay documentos históricos que avalen esta conducta.
Lo que sí marcó su trayectoria como voivoda (príncipe) fue su costumbre de empalar a enemigos, delincuentes y traidores. Fue un caudillo que destacó en el siglo XV por la crueldad de sus métodos y por la utilización de la guerra psicológica. Luchó contra los ejércitos invasores del Imperio otomano y acabó con los boyardos, sus más acérrimos enemigos.