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JAMES DEAN: CARRERA HACIA LA MUERTE

 

Era el otoño de 1955 cuando James Dean y Alec Guiness se encontraron en un restaurante de Los Ángeles. Dean solicitó a su colega que salieran a la calle para mostrarle su nuevo auto deportivo, un Porsche 550 Spyder, envuelto en celofán y adornado con un moño, al que apodaba ‘Little Bastard’.

Guiness le pidió que no lo abordara y que lo devolviera a la brevedad. Mirando su reloj, le dijo: “Son las 10 en punto del viernes 23 de septiembre de 1955. Si te subes a ese auto te hallarán muerto en él hacia esta misma hora la semana próxima”.

Dean rió y Guiness cayó en cuenta de lo impertinente que había sido su comentario, por lo que pidió disculpas. Una semana después, hacia las 16:00 del 30 de septiembre, Dean sufrió un accidente y murió dentro de su vehículo.

LA POSIBLE EXPLICACIÓN

En la época de esta anécdota, Guiness tenía 41 años y Dean 24. El primero encarnaba la tradición del actor inglés de la vieja generación, maduro y reposado. El segundo, toda la corriente contraria: el joven rebelde, inclinado a los excesos.

En los años cincuenta, con el auge de las autopistas en Estados Unidos, nació toda una cultura de las colisiones de automóviles y su prevención. No es raro, en este contexto, que un mayor haya advertido a Dean los peligros que significaba conducir un automóvil. El único detalle inexplicable es la precisión de la fecha.

El Porsche de James Dean fue embestido frontolateralmente por un 1950 Ford Custom Tudor Coupe conducido por un estudiante, Donald Turnupseed, que aparentemente iba muy rápido, giró a la izquierda y no vio al pequeño coche alemán. Inicialmente se creyó que Dean murió en el acto, pero fue desmentido por el testimonio de unos policías en 2005, que le vieron agonizar.

 

UN AUTO MALDITO

El comprador de autos George Barrison adquirió los restos del vehículo. Cuando los descargaban en su cochera, un mecánico se golpeó y se rompió una pierna. Un conductor compró dos de las llantas y las colocó en su auto deportivo. Los neumáticos estallaron e hicieron derrapar al vehículo.

En 1956 un auto que tenía el motor de ‘Little Bastard’ se volcó en una curva. En la misma carrera, otro coche que llevaba el engranaje del auto de Dean se impactó contra un árbol. Meses después George Barkuis fue aplastado por los restos del vehículo cuando el camión que los transportaba se salió del camino. En 1960 alguien robó lo que quedaba del auto y se desconoce su destino.

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