Científicos han descubierto un agujero negro del tamaño de Júpiter que pasea por la Vía Láctea, nuestra galaxia.
Al rastrear la estructura de una nube celeste observaron un comportamiento extraño, el cual podría haber sido causado por un objeto casi invisible, como un agujero negro.
La reciente investigación fue realizada a través del Atacama Large Millimeter Array (ALMA), un conjunto de 66 telescopios repartidos por el Desierto de Atacama, al norte de Chile.
UN AGUJERO NEGRO POCO COMÚN
«Cuando revisé los datos de ALMA, por primera vez, estaba realmente emocionado. El gas analizado mostraba movimientos orbitales, lo que sugiere un objeto masivo invisible al acecho», dijo Shunya Takekawa, físico del Observatorio Astronómico Nacional de Japón.
Takekawa y sus compañeros utilizaron ALMA para estudiar dos nubes de gas, nombradas Globo y Corriente por sus formas, durante un período de dos días en mayo de 2018. Durante este tiempo, observaron que el gas se movía de forma extraña, pareciendo girar alrededor de un punto céntrico.
Ese movimiento le permitió a los investigadores calcular que una fuerza de 30 mil veces la masa del Sol estaba atrapada en un objeto del tamaño de Júpiter, en el centro de tal fenómeno.
Esas características, combinadas con la falta de luz proveniente del lugar, sugieren que el culpable es un agujero negro de tamaño mediano.
Los agujeros negros pequeños y supermasivos son bastante comunes, pero no hay muchos de tamaño mediano. En principio sólo hay teorías sobre estos últimos. Sin embargo, varios astrónomos creen que han descubierto otros dos cerca del corazón de la Vía Láctea.
Si investigaciones futuras confirman la evidencia de los tres agujeros negros de tamaño medio, podrá analizarse su relación a uno supermasivo en el centro de nuestra galaxia. Esto significaría un gran descubrimiento científico para entender el pasado y el futuro del Universo.